Áreas de servicio: A-5 km 174 – Hotel Peraleda

Viernes 14 de agosto, uno de los fines de semana con mayores niveles de tráfico del año, hora de la merienda, kilómetro 174 de la A-5 con una indicación que dice «cambio de sentido» y señales de que hay un área de servicio. Lugar algo recóndito, seguro que este es un sitio mejor que otros de la misma ruta, más les vale, porque no se les ve desde la autovía.  Al lado de una gasolinera Repsol vemos cuatro coches a la puerta del hotel-restaurante.

Entramos al establecimiento y había como cinco clientes. A la camarera se le cae un vaso, se estrella contra el suelo, se ríe, su compañero pasar por allí, pisa los restos del vaso, maldice, la compañera vuelve a reir.

  • «Hola, yo quería un sandwich mixto, este que aparece en la carta»
  • «Lo siento, la cocina está cerrada, solo tenemos bocadillos fríos»

Miro algún cartel con el horario de la cocina, no lo hay, tampoco es que haya que poner carteles para todo, pero se agradece…

La camarera se va. Miro el mostrador y veo una especie de napolitana, un donuts y cuatro magdalenas.  Se me ocurre que ha pasado la marabunta por allí antes que nosotros. Llamamos a la camarera que se había ido. Vuelve a pisar los restos del vaso en el suelo, cruje…

  • «Póngame entonces un Cola-cao, un café con leche, una magdalena y esa cosa que no se lo que es»
  • «¿Me dice qué le debo?»

Me da el ticket, el suelo vuelve a crujir.

En fin, 5,70 euros no está del todo mal para un sitio donde no hay variedad (aunque el ticket diga que todo es «varios») y donde el baño no llega a estar «muy sucio» (se queda en simplemente «sucio» o «guarrete»).

¿Volveremos a parar allí? No

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