Cuando quieres pero no sabes…

…malgastas tiempo y dinero.

Es lo que pasa cuando te dan dos duros para que pongas unos columpios pero no tienes ni idea ni de niños ni de columpios.

Alguien ha visto alguna vez un tobogán que termine en un suelo duro? Pues en Ibahernando alguien mandó poner uno, y lo que es peor, alguien lo puso y no vio que es peligroso.

A alguien le importan los niños? Los niños dan leche o lana? No, pues entonces son poco importantes. Poned a los niños delante de la tele, que estamos muy ocupados gastando tiempo y dinero.

Orange y su cobertura mutante

Pasan los años y Orange se convierte en la única operadora que no tiene cobertura en el municipio. Sí, parecen lejanos aquellos años 90 en los que había que hacer saltos mortales para poder enviar SMS, pero 20 años después, Orange nos retrotrae al pasado esa experiencia del siglo XX.

Llega 2018 y gracias a que Internet lo guarda todo, vemos que la cobertura del mapa de Orange alrededor de Ibahernando va cambiando, pero siempre con el mismo resultado: sin cobertura en el casco urbano. Es de agradecer que haya cobertura en lo alto de un cerro, o en medio de un sembrado, por algo se empieza, así podemos llamar a las ovejas sin tener que desplazarnos.

Pues este mapa es la cobertura en agosto de 2018 de Orange en Ibahernando: las fuerzas del 4G intentan penetrar por el sur, pero el valiente ejército del 2G se lo impide, que tiene conquistado el casco urbano, aunque la realidad es que ese ejército nunca estuvo ni se lo espera. El 4G parece que se acerca desde el este pero realmente, móvil en mano, ni hay 4G ni 3G que parece tener el control de la zona oeste.

La cosa es que si nos ponemos puristas, como mucho tenemos 2G para hacer una llamadita, pero en las zonas altas y fuera de las viviendas más antiguas.

Si quieres colaborar con esta reivindicación de que Orange se digne a invertir en zonas rurales, puedes mandar un mensaje vía Twitter a @orange_es. Por aquí ya lo hemos hecho y hemos obtenido esta respuesta tan esperada:

lo he revisado y en la zona efectivamente no hay antenas que den soporte para una red estable. Trabajamos diariamente para mejorar todos nuestros servicio y estamos realizando una gran inversión para ampliar nuestra red móvil.

Igualmente ha pasado notificación para su estudio en esta zona en concreto y espero que en breve podamos confirmarte la mejora en la zona.

O sea, que no van a hacer nada, porque todos los años es lo mismo.

Así que amigos clientes de Orange, Amena, Jazztel, Simyo y demás operadoras móviles virtuales, a disfrutar de la tranquilidad del móvil que no sirve para mucho.

Cuando los niños dejaron de ser vacas

Mi amiga Isabel, al norte de Cáceres (tan al norte que ya es otra provincia), me recuerda que muchos pequeños pueblos han vivido tantos años de las vacas que ahora les cuesta pensar en otra cosa que no sean estos mamíferos con cuernos.

Pero en Ibahernando a veces hay niños, también son mamíferos pero no tienen cuernos. A los niños de ahora les gustan los videojuegos, las tablets, los móviles, pero ¿y si les gusta ir al parque? Pues en Ibahernando tenemos el de la carreterael de las piedras«), destrozado y sucio, el del camino de los Tesoritospapá, este parque es muy aburrido«), austero y sin una triste farola en los alrededores, el del antiguo cementerio «papá, ¿dónde están los columpios?«), donde alguien se empeña en poner farolas sin globos («¿a qué no le das a la bombilla una pedrá?. ¿Qué no? ¡Ahora verás! ¡Zasca! Ale, vámonos, hasta dentro de seis meses no vuelven a poner una bombilla nueva«).

Seguramente una subvención permitió crear estos parques, y el tiempo ha ido dejando que pasen de la categoría de «parque infantil» a «corral de vacas«. Y es lo que decía al principio, en estos pueblos se piensa más en las vacas que en los niños.

Algún día los papás dejarán de llevar a sus niños a los parques, y quizá al pueblo, y entonces nos lamentaremos de que mucha gente prefiere ir al centro comercial que al pueblo de sus abuelos ¿por qué será? Simplemente porque hasta que no seamos vacas, no pensarán en nosotros.

Nos acercamos al siglo XXI

Recuerdo con añoranza aquellos meses en los que salía a la terraza viveña, encendía mi portátil y me conectaba a la wifi «Ibahernando 2» a una velocidad más que aceptable para poder conectarme al mundo. Un día vi que la antena en la ventana del ayuntamiento, encima de Correos, estaba colgando. Pero aquello seguía funcionando, más despacio, pero funcionaba. Otro día me intenté conectar y aquello no funcionaba. Otro día sí que funcionaba. Otro no… otro tampoco… y nunca más volvió a funcionar. Se debieron de acabar los dineros, así ha sido este país de las subvenciones y de las maravillas (cada vez que paso por Talavera veo una de esas maravillas colgantes).

Todavía podemos disfrutar de varios vestigios de la wifi que inundó el pueblo de modernidad. Una de ellas es la antena en la ventana del ayuntamiento colgando y apuntando al suelo. Otra las tres antenas (en el ayuntamiento, en los pisos tutelados y en la casa de la cultura) que ahí están con su escaso uso. Y el último de los vestigios es la wifi «Ibahernando 4» que desde la casa de la cultura sigue funcionando, sin acceso a Internet, pero como diciendo «eh, que yo sigo aqui, por favor, rematadme y dejad de hacerme sufrir».

Aquello fue una excepción a lo que es normal en Ibahernando, y es que conectarse a Internet es privilegio de los que viven en la localidad todo el año. Hasta hace muy poco la única operadora de móvil que daba servicio era Movistar (y Yoigo por un acuerdo entre ellos). Desde este año también está disponible Vodafone. Los usuarios de Orange y sus decenas de operadores virtuales aún tendrán que esperar.

Así que para 2016 esperemos que también Orange nos deleite con su servicio y podamos coger el portátil en la terraza viveña y ver que ha pasado por el mundo.

 

…un pueblecito de Cáceres llamado Ibahernando…

Cuando le digo a un extremeño (sobre todo de Badajoz) que voy a un pueblecito de Cáceres que se llama Ibahernando, normalmente me dicen «ah, sí, me suena», y yo contesto «claro, porque tiene dos salidas de la autovía». Y es que pocos pueblos pueden disfrutar de tanta publicidad gratuita como dos salidas, seis carteles por sentido, doce en total… solo falta que pongan un aviso que diga en una salida «IBAHERNANDO, salida buena» y en la otra «IBAHERNANDO, salida para valientes»